Malacate, bajo la guía experta de Jhon Zárate, se concibe como un espacio donde la cocina y la cultura se encuentran. Inspirado en el malacate —una herramienta que históricamente ha conectado la superficie con lo profundo—, el restaurante refleja esta conexión en su propuesta culinaria.
Con una rigurosa selección de ingredientes frescos y locales, Jhon aplica técnicas culinarias que honran la autenticidad y la historia de cada producto, ofreciendo platos que son verdaderas expresiones de la tierra y la cultura colombiana.

Malacate surge como respuesta a la necesidad de ofrecer el primer Neobistró en Bogotá: una cocina que enfoca técnicas avanzadas en lo cotidiano. El reto era crear un restaurante que no fuera solo un lugar para comer, sino también un espacio para aprender y experimentar la conexión entre el alimento, su origen y su impacto en nuestra cultura.

El diseño de Malacate es un homenaje a la tierra, con una paleta de colores que hace referencia a los tonos naturales del suelo y la vegetación, y una tipografía personalizada que sugiere rusticidad, imperfección, equilibrio y elegancia.
El restaurante utiliza el simbolismo del malacate no solo en su nombre, sino como un elemento central en su narrativa visual, destacando la tracción y el movimiento ascendente, simbolizando el acto de traer a la superficie lo mejor de la tierra.
Cada aspecto del branding refuerza la filosofía de Jhon Zárate: simplicidad, pureza y respeto por el ingrediente.