Manata es una empresa colombiana que ofrece snacks saludables: frutos secos horneados, sin aceites añadidos y elaborados con ingredientes naturales.
La marca cuenta con dos líneas de producto —maní y almendras— en 6 sabores distintos para todos los gustos.
Es reconocida porque literalmente “cae bien”, ya que son productos con ingredientes reales y sin conservantes, que no inflaman ni caen pesados.
Es una marca juvenil, que habla en positivo y demuestra que las marcas de alimentos pueden hacer las cosas bien.

El reto del proyecto fue rediseñarla y darle una identidad diferencial, encontrar una estructura visual lógica, construir activos visuales y verbales únicos, y desarrollar todas las líneas de producto que la marca tendría a futuro, con base en un sistema de empaque versátil y dinámico que se adapte al crecimiento del portafolio.

Tras varias conversaciones y un taller de co-creación con el cliente, nos dimos cuenta de que Manata es una marca premium que, en esencia, es descubrimiento: un descubrimiento de sabores, productos y experiencias.
Son los frutos secos que rompen con lo tradicional y sorprenden.
Una marca cool, saludable y auténtica, que se aleja de los códigos visuales aburridos de la categoría, demostrando que lo natural no tiene por qué ser aburrido.

Detectamos varios problemas en el empaque anterior: problemas de jerarquía, una marca que se sentía desactualizada, falta de limpieza visual y mucha competencia entre los elementos gráficos.

El resultado fue crear una marca que respeta su herencia pero la evoluciona de manera más simple y colorida.
Evolucionamos la icónica banda de la marca y minimizamos la variedad tipográfica para lograr una identidad más minimalista pero llena de sabor, con fotografías naturales y reales que se conectan con las necesidades del consumidor moderno de snacks saludables.
Creamos un sistema jerárquico de información y navegación del portafolio a través del color, que permite versatilidad a medida que el portafolio crece o se lanzan nuevas innovaciones.